Τετάρτη 30 Ιουλίου 2014

Piscinas Ecologicas

¿A qué se denominan piscinas ecológicas?

Hablamos de una piscina ecológica cuando no tiene productos químicos, ni cloro ni sal, solamente agua natural. Las plantas se encargan de mantener el agua limpia y trasparente.

Características generales:

Es sistema de depuración natural para conservar la calidad del agua en vez de recurrir a productos químicos.
Es una mezcla de estanque y piscina y además es enriquecedora para cualquier tipo de jardín.
Evita problemas de irritación de piel, mucosas y ojos producto de los químicos,  la creación de un ecosistema equilibrado lleva a cabo por si solo el mantenimiento de la calidad del agua.
Con una piscina natural no solo posees un lugar para refrescarte y bañarte, has fundado un ecosistema en tu patio o en tu vivienda, que alberga vida, atrae a pájaros y constituye una forma de vida.

Piscina ecológica en Algaida, Mallorca


Esta se produce de forma natural y con el curso del río que la alimente, o de cualquier otra fuente se regenera de forma natural. Generalmente la decoración de estas piscinas son las plantas acuáticas. Las ventajas de estas plantas es que proporcionan el crecimiento de forma acelerada de ciertos microorganismos que eliminan las bacterias y mantienen la piscina limpia.

Cuando en la zona donde se encuentra la piscina descansa el sol, el agua se torna tibia y hace que el baño se sienta más agradable. Para el buen mantenimiento de una piscina natural se deben tomar en cuenta las condiciones climáticas del lugar, incidencias de la luz y de la sombra. Una piscina ecológica proporciona belleza, a la vez genera más respiro natural al lugar donde se encuentre.


La piscina natural no es un ‘invento’ de ahora, es una corriente surgida en países europeos (Alemania, Austria, Italia…) y que se está extendiendo por todo el mundo, hasta el punto de que muchas piscinas convencionales se están convirtiendo en naturales, debido fundamentalmente a los problemas alérgicos provocados por los productos químicos.

Ventajas de las piscinas naturales

La principal ventaja es la de poder nadar en aguas que no tienen productos químicos. El coste de una laguna de este tipo viene a ser similar al de una piscina normal, no así el gasto en mantenimiento, que es menor. Teniendo espacio en el jardín, es posible adaptar una vieja piscina de cloro a una estupenda piscina natural, para ello habría que rebajar la altura de sus muros, hacer un vaciado en un área perimetral, extender en el nuevo hoyo una lona impermeable para estanques, y colocar las plantas (juncos, nenúfares,…).

Aparte del beneficio para el medio ambiente, este tipo de piscinas van a darle un valor añadido al jardín de una casa, permitiendo imitar a la naturaleza con un diseño paisajístico que además de las plantas acuáticas incorpora rocas, pequeñas cascadas y arroyos de agua. Todo un espectáculo natural para cualquier vivienda, ya que se integra mucho mejor en el entorno.

El funcionamiento de una piscina natural

El secreto de una piscina natural está en que la depuración del agua la hacen las plantas, es una regulación biológica, pero en su diseño es preciso hacer una distinción entre la zona de baño (con mayor profundidad), y el área en la que se encuentran las plantas acuáticas, de apenas unos centímetros. En las instalaciones de estos ‘biotopos‘ se hace imprescindible el conocimiento de la relación entre agua, flora, y fauna, pues es imprescindible garantizar la aparición de los microorganismos necesarios para mantener  el equilibrio en el agua.

La superficie destinada a las plantas acuáticas tendrá mayor o menor protagonismo según el tipo de piscina, pudiendo tener o no una bomba que haga circular el agua desde la zona de baño a la de plantas, con la intención de facilitar su depuración. El agua luego regresa al vaso de la piscina a través de pequeñas cascadas y arroyos, elementos que hacen aún más atractivas estas piscinas.

La tipología de piscina natural más extendida es aquella en la que aproximadamente un tercio de su superficie está destinada a zona de regeneración, contando con la instalación de un skimmer flotante y una bomba, con potencia suficiente para provocar la circulación del agua. Este método ayuda a que el agua esté clara y se reduzca la aparición de sedimentos en el fondo del vaso, el cual se puede limpiar con un limpiafondos especial para piscinas naturales.


Algunas consideraciones sobre las piscinas naturales

Una piscina natural puede tener cualquier tamaño, desde una pequeña poza, hasta el de una piscina municipal. Aunque no es aconsejable tener peces, se pueden introducir en una primera fase, con el fin de ayudar en el proceso de regeneración. Pueden aparecer ranas, pero éstas se quedan en la zona donde están las plantas (en el perímetro del vaso de la piscina), su presencia servirá para controlar la aparición de larvas y mosquitos.

Una piscina natural solo se tiene que llenar una vez de agua, aunque necesitará aportes para compensar el volumen que se pierde por evaporación, más acuciada en la época estival, y al menos una vez al año hay que limpiar su fondo. Al ser un ecosistema, no se tiene pleno control sobre él, por eso el agua no es cristalina desde el principio, pero se puede conseguir introduciendo un filtro especial, y la cantidad apropiada de plantas.

A determinadas personas no les agrada la presencia de pequeños bichos, por eso en algunas piscinas naturales públicas se ha separado por completo la zona de plantas de la de los bañistas. Al escaso mantenimiento que tiene, hay que añadir la recogida de las hojas en otoño, algo que puede facilitarse con el uso de redes especiales para estas piscinas, o con la instalación del skimmer.

Si tienes pensada la construcción de una piscina en tu casa, y dispones de espacio suficiente en tu jardín, puede que aún estés a tiempo de optar por una construcción más ecológica, decidiéndote por una de estas piscinas naturales, y llenarla de estupendas rocas, plantas, y cascadas.






Fuente: La Bioguia

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