Para ello, vamos a pintar las paredes en color rosa y combinaremos este color con un rojo para puertas, marcos y zócalos. Además, colocaremos un nuevo suelo vinílico que hará efecto de ajedrez gracias a la combinación del negro y el blanco. Y para terminar, diferentes elementos y complementos para remarcar ese estilo retro que buscamos.
Comedor de estilo retro
La alacena se ha pintado de rosa para que combine con el nuevo estilo del comedor. Además al tener cristalera, no recarga demasiado el ambiente.
Comedor de estilo retro
Un estor enrollable personalizado con una foto especialmente elegida para la ocasión. Del conjunto, destaca el color del coche rosa, algo más intenso que el de las paredes, y que permite pasar la luz al interior; eso sí, respetando la intimidad del espacio.
Comedor de estilo retro
Esta mesa, tipo Tullip, sencilla, con una sola pata y con forma redonda, ayuda a suavizar la imagen general del comedor.
Comedor de estilo retro
Esta alacena rústica, pintada en rosa palo, aporta ese aire de calidez que necesita la estancia para hacerla acogedora.
Comedor de estilo retro
Para no saturar el espacio, lo ideal es equilibrarlo con un tono liso y suave en las paredes. Aunque todavía existe cierta reticencia hacia la gama de los rosas, este color, en tono pastel, aporta serenidad, sensibilidad y elegancia para no sobrecargar el ambiente. Además, permite potenciar la luz natural que proviene del exterior
Comedor de estilo retro
El rojo que delimita los zócalos, la puerta y el marco del ventanal, emanan poderío y vida
Comedor de estilo retro
De una baldosa anticuada y fría, hemos pasado a este suelo damero, superponiendo unas láminas de vinilo adhesivo combinadas en blanco y negro. Se trata de un clásico que vuelve, una decoración vanguardista y con mucha fuerza que crea una sensación de movimiento.
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