En verano no hay nada que apetezca más que dejarse envolver en blancos y azules, que tanto nos recuerdan a los pueblos costeros como Santorini en Grecia o Sidi Bou Said en Túnez, ambos impresionantes por el predominio de estos dos colores tan mediterráneos.
Si quieres que tu casa cobre ese sabor a mar, sigue nuestros pequeños consejos y llena tu casa de luz, fuerza y alegría.
Empieza por el dormitorio, renovando los textiles. Es el momento de lanzarnos al azul del mar, elígelo para colchas, cojines, o cualquier complemento... y déjate acariciar por su ligera brisa.
Al igual que el dormitorio, puedes convertir tu salón en un plácido océano, sólo tienes que bucear entre sofás, alfombras y cojines de color azul... Te verás envuelto en un ambiente muy vacacional.
Una sugerencia para conseguir un cambio radical pero sencillo y económico es revestir alguna de las paredes, la que más te guste o interese destacar. Opta por papeles pintados de dibujos gráficos y actuales. Verás qué cambio tan refrescante.
Es el mejor momento de cambiar algunas piezas del mobiliario, por ejemplo las sillas. Si las eliges trasparentes aligerarán el espacio y lo convertirán en un espacio más amplio y luminoso.
Convierte tu cocina o tu salón en la estancia más viva con el color blanco como base dominante, pero no renuncies a poner pequeños toques de color. Verás y sentirás como se llena de luz, equilibrio y alegría. Una apuesta segura.
Las mesitas auxiliares aportarán frescura y alegría al salón.Puedes elegir dos del mismo color o combinarlas entre las que más te gusten.
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